La seguridad de nuestro pequeño es lo más importante, y por ello siempre debemos protegerlo de los agentes externos que puedan perjudicar su salud. Para ello, uno de los mejores sistemas es la esterilización, un aspecto que debemos considerar y del que vamos a hablar como tema central de hoy.
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El objetivo de la esterilización del chupete y biberón
Evidentemente es esencial que garantizaremos la máxima asepsia en todo aquello que vaya a estar en contacto con nuestro pequeño ya sean objetos y muy especialmente alimentos.
Al igual que buscamos evitar las bacterias de las comidas procediendo a cocinarlas, también es importante que prestemos mucha atención a todos aquellos objetos destinados a la alimentación o que directamente son introducidos en la boca.
Desde los chupetes los biberones, tetinas, etcétera y hasta los juguetes deben entrar dentro de nuestro proceso de esterilización muy especialmente durante los tres primeros meses de vida del pequeño, ya que es un momento crucial y en el que se encuentra más indefenso, puesto que su sistema inmunitario no está todavía desarrollado por completo.
Por ello, no nos conformaremos tan sólo con lavar estos objetos, sino que los estériles haremos al máximo y cuidaremos que no entren en contacto con otras superficies que puedan ser nidos de bacterias.
Evidentemente, si tenemos animales en casa es imprescindible que extrememos aún más las precauciones, ya que por mucho que cuidemos la higiene, sin duda alguna se trata de un riesgo añadido.
El no realizar la esterilización puede llevar aparejado desde la aparición de enfermedades a pequeñas molestias, pasando por diarreas, fiebre y vómitos fundamentalmente.
Consejos para la esterilización del chupete y biberón
Pero a la hora de esterilizar, es importante que tengamos en cuenta algunos consejos que vamos a detallar a continuación.
En primer lugar, el mejor sistema de esterilización es mediante la utilización de agua hirviendo, aunque en la actualidad podemos contar con otras herramientas muy interesantes como productos que garantizan una mejor esterilización e incluso aparatos que nos harán el proceso mucho más sencillo, rápido y sobre todo fácil.
Independientemente del sistema que utilicemos, es esencial que cuando manipulemos todo aquello que haya sido esterilizado, nuestras manos deberán estar perfectamente limpias. Por otra parte, la utilización de herramientas es una buena forma de manipulación, aunque está claro que las mismas también deberán estar esterilizadas.
A la hora de almacenar, muchos de estos aparatos permiten que mantengamos los objetos apartados de fuentes de bacterias, pero en el caso de que no dispongamos de uno, siempre exprimiremos al máximo la seguridad y nos garantizaremos un lugar sin humedad y completamente limpio.
Antes de proceder a la esterilización es importante que lavemos bien los objetos para deshacernos de los restos y, cuando salgamos fuera, prestaremos una mayor atención a todo el proceso, ya que el riesgo aumenta considerablemente.
Un objeto esterilizado puede permanecer en ambiente varias horas sin riesgo, pero en el caso de que alguno de estos objetos entre en contacto con alguna superficie susceptible de riesgo (cuando un chupete cae al suelo), será desechado hasta la siguiente esterilización.